Fuente: Prensa Nacional
Foto proporcionada por José Barandiarán
Según yo fuimos al rededor de 100 personas; pero según la prensa, eramos de 300 a 500. Iniciamos en el ovalo de Miraflores con la lectura del manifiesto anual y aún vestidos emprendimos la marcha gritando lemas a favor del ciclismo y el respeto a la vida y el ecosistema. En realidad fue una experiencia impresionante y divertida a la vez. Al llegar a Javier Prado empezó a desnudarse la gente y aunque no eran muchos los que se atrevían; eran lo suficientemente claros como para demostrar a la sociedad la fragilidad de un cuerpo humano, solo hueso y músculos, en un medio de transporte tan frágil como la bicicleta, frente a vehículos que pesan toneladas y que pueden llegar a desarrollar velocidades mucho mayores a la bicicleta; frente a una ciudad pensada solo para esos autos; y frente al poco espacio que hallamos en la ciudad y la conciencia de los peatones, los choferes y las autoridades.
Foto proporcionada por José Barandiarán
Foto proporcionada por José Barandiarán
Más allá de las miradas curiosas, divertidas o nerviosas que algunos peatones o choferes lanzaban sobre cuanto calato apreciaban, más allá de los insultos que nos ganábamos por andar casi como llegamos al mundo, fue una experiencia que me enseñó mucho; en verdad el cuerpo humano desnudo; no solo te muestra lo frágiles que somos frente a la máquina; sino también lo fuertes que somos en nuestra voluntad; y al fin y al cabo lo iguales que somos todos los seres, lo simple y hermoso del cuerpo humano, alejado de todo prototipo de perfección mercantilista; y lo hermoso que es tener la capacidad de soñar con cosas que nos hagan más grandes como seres humanos y descubrir que de alguna manera, muchos soñamos con lo mismo.
Fuente: Prensa Nacional
Llegamos pedaleando hasta 28 de Julio y allí después de algunas arengas, emprendimos el camino de regreso hasta Aramburú, donde los calatos se volvieron a poner sus ropas y por fin llegamos de vuelta al ovalo, donde se premió a los disfraces más originales y se nos animó a participar el próximo año; el segundo sábado de marzo.
Fuente: Prensa Nacional
Regresé muy feliz, pues encontré amigos allí, hice algunos amigos más, y me di cuenta de que solo luchando puedo conseguir mis sueños, luchando cada día contra la pereza que te da agarrar la bici para ir a trabajar, luchando cada día contra los prejuicios y miedos de mi mamá o mis familiares, luchando todas las noches contra el cansancio que adormece mi cuerpo al pedalear; luchando junto con otras personas por una ciudad más segura e inclusiva para los ciclistas, patinadores, minusvalidos y peatones. Yo creo que este sueño si vale la pena ¿Qué crees tu?
Los dejo con este vídeo, que hice para el curso de
Cine y Fotografía de la FAUA - UNI, hace algunos años,
cuando aún no me atrevía a subirme a la bici y me contentaba
con mirar e informarme sobre los problemas de la ciudad.
Yo creo que la sociedad necesita cambios importantes. Y estas actividades que nos llaman a cambiar el paradigma de la bicicleta como medio de recreo. La bicicleta es hoy, en muchos países un medio de transporte y acá también debería ser una opción.
ResponderEliminarSuerte en el ciclonudismo siguiente, y q aparezcan otras actividades mas!!!
Saludos
Gracias Gik por leer el blog, te doy toda la razón; la bicicleta no está considerada como un medio de transporte urbano; mientras se siga viendo a la bicicleta como un juguete y los ciclistas sigamos siendo ignorados en las pistas; nuestra ciudad seguirá siendo una simple selva de cemento donde la inclusión no es más que una fantasía.
Eliminarhola ale ya estoy aqui pero como te mando las fotos???? chevere tu blog
ResponderEliminarHey! Gracias por visitarme, mándame las fotos al email, ¡fue muy divertido compartir mi primera ciclonudista con toda la gente!!!! espero verte pronto de nuevo por aquí.
Eliminar¡Gracias por las fotos!, ya publiqué algunas
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