sábado, 24 de diciembre de 2011

Mi regalo de navidad

Después de todo lo que había pasado con la vieja bicicleta, me decidí de una vez por todas, necesito una bici nueva, no me vuelvo a subir en esta, no quiero exponerme a nada, quiero una bici nueva, ¿pero cual?

Pensaba en todas las posibilidades, una bici montañera, de pista, de paseo, de aluminio o solo de metal, con cambios, sin cambios, ¿Con cuantos cambios? ¿Acaso el aluminio no es metal también? ¿Por qué la diferencia?,¿Aro grande o aro chico? mmm la verdad es que nunca en mi vida me he comprado una bici, todas mis bicis han sido regaladas, no hay posibilidad de elegir, un día aparecieron en mi vida y punto, no las había pedido, simplemente alguien me las había dado. 

Mi tío Darío, con mi primera bici, al menos me dejó elegir el color, pero todo lo demás ni me preguntaron, pues yo era muy chica. La segunda bici, pues me la regalaron también, unos primos que ya no la usaban, era realmente un bello montón de chatarra, aunque cumplía todas sus funciones y nunca recuerdo siquiera haber necesitado inflarle una llanta, cuando ya no la pude usar por haber crecido, mi mamá la vendió al chatarrero y le pagaron 4 soles.

La tercera bici, mi vieja bici negra, mi compañera de la adolescencia y la juventud, tampoco pude elegir en ella algo más allá del color y el tamaño. Un amigo de mi mamá, el Padre Roger, era párroco de un pueblecito olvidado de la sierra, ese verano había venido a pedir donaciones para su parroquia, todos los días iba muy temprano a Palacio de Gobierno a pedir y gestionar cosas que pudieran servir en esta parroquia. Parecía que todo estaba yendo bien, y de hecho fue todo bien, un día llamó a mi mamá y le dijo: Amiga, hazme un favor, me han dado un montón de donaciones para la parroquia, pero no tengo como llevarlas, el flete cuesta muy caro, y no tengo ni para mi pasaje, préstame tu casa para guardar las cosas por unos días.

A solo unas cuantas horas de haber aceptado, mi mamá vio su sala, antes completamente vacía, invadida por medio centenar de bicicletas, una refrigeradora y un órgano de iglesia. Todo estuvo allí por casi un año, si mi memoria no me falla. Con el fenómeno del niño había huaycos casi todos los días en las carreteras hacia la sierra, las bicicletas y el órgano estuvieron empolvándose por un buen tiempo hasta que el padre Roger regresó de todas sus travesías y decidió llevarse todas las donaciones, solo había un problema: el flete. El buen sacerdote no tenía dinero para pagar el flete de todas esas cosas, así que solo llevó lo justo y necesario, le refrigeradora y las bicicletas, nos dijo que  recogería el órgano después y que por mientras podíamos ir tocándolo. Ya tiene más de 10 años en mi casa, ya ni lo tocamos, ya se malogró y el padre no regresa aún por él. En agradecimiento por todo el tiempo de almacenaje gratis, decidió regalarnos una bicicleta, y es así que de entre todas las bicicletas casi idénticas, puede escoger la más grande y la más negra, la que me ha acompañado hasta ahora, ahora, que me dicen que no pueden arreglarla, que no es comercial y no hay repuestos, ahora que no puedo evitar sentir una pérdida al verla estacionada en el garaje, llenándose de polvo y flores secas con el paso del tiempo.


Mi vieja bici en una foto reciente

Ahora me tengo que comprar otra, ¿Pero cuál? pensé y pensé y la verdad ni sabía en lo que pensaba, no sabía a quién pedirle ayuda, pero en fin seguí pensando hasta que recordé ¿Qué es lo único que mi bici no podía darme? tenía la velocidad que quería ni un solo cambio y aún así satisfacía todas mis necesidades excepto cuando se le bajan las llantas, o cuando no encuentro estacionamiento y la tengo que meter en el ascensor y es muy grande y muy pesada, y me ensucio toda intentado cargarla, creo que ni a un taxi entra de lo grande que es, necesito algo más versátil, que se acomode a mis necesidades de transporte y velocidad, a mi ritmo de vida tan diverso por llamarlo de algún modo, y sobre todo ligereza y buen uso del espacio. Entonces recordé algo de lo que ya les he hablado antes: ¡Las bicicletas plegables!

De inmediato comencé a revisar toda la información que pudiera y encontré lo que quería, una Dahon folding byke, Vitesse D7 HG, tiene 7 cambios integrados (Que según yo compensarán el pequeño aro 20), tiene inflador incorporado en el asiento, es de aluminio y pesa solo 12 kg  (Según yo, la mitad de lo que pesa mi vieja bici), doblada entra a cualquier sitio ¿Qué más puedo pedir?


Este es el modelo que me he comprado.
pueden ver más modelos e info en:
http://www.dahon.pe/

Busqué la página del distribuidor oficial en el Perú y sin demoras me fui a comprármela. Carlos, me atendió muy bien y cuando ya estaba por comprarla me dijo:

-Solo hay un problema, este modelo ya se ha agotado, la única que me queda es la mía, que por supuesto está usada y no está en venta, pero que puedes probar sin compromiso. Además de esta no hay ninguna en stock hasta dentro de 2 meses.
-Huy ¿Tanto?, ¿Pero no hay en otras tiendas?
-No, ya no, incluso tuvimos que mandar a traer la última que quedaba en tienda y hasta hemos vendido la bici usada de mi socio, se han acabado mucho antes de lo que teníamos planeado, ya hicimos el pedido del nuevo stock, pero vienen en Barco, y eso no hay manera de apurarlo, llegarán después de navidad.
-Pucha yo que me la quería llevar ya ¿No hay manera de reservarla?
-Claro, si la reservas ahora, dejando un adelanto, te puedes llevar un descuento, porque esas bicicletas han tenido tanta demanda, que cuando lleguen ya no costarán lo que cuestan ahora, costarán algo más.
-Bueno y ¿De cuánto sería el descuento?
-Déjame consultarlo - Se fue a hablar con su socio y regresó muy contento dentro de un rato - Si la separas ahora mismo en efectivo te la dejo al precio actual, no al precio del próximo año.
-No se diga más.

Saqué mis 500 soles y reservé mi bicicleta entrando de lleno en mi faceta (muy poco explotada) de compradora compulsiva, la terminaría de pagar cuando llegara. Mi novio y yo hasta ahora seguimos imaginando como eso influirá en nuestro plan de ahorros para la boda, pero a lo hecho, pecho, a esperar la bici nomas, y a ahorrar como loca.

Al salir de la tienda Carlos, y su socio Carlos, nos invitaron a unirnos a un club de ciclismo que han armado con otros felices propietarios de bicicletas plegables, hasta ahora lo sigo pensando, cuando llegue mi bicicleta, lo decidiré, solo espero que valga la pena la inversión, lo tomaré como lo que yo me regalo por navidad, nunca he hecho eso de regalarme a mi misma algo, pero siempre hay una primera vez.


Citizen bike Alhambra, para más info pueden entrar a:
http://www.citizenbike.com/


Como muchas veces suele pasar cuando compras algo, después de comprarlo encuentras algo que te gusta más, en mi caso encontré esta preciosidad de bicicleta, ni siquiera sé si la traen al Perú, pero tampoco quiero saber más, le juraré fidelidad a la bici ya comprada y no le seré infiel ni con el pensamiento, y cual Penélope, esperaré su llegada, solo espero que no demore tanto, porque la espera desespera y con el tráfico navideño peor aún.

Y hablando de Navidad, les quiero dar a todos las gracias por leer y difundir este blog y sobre todo por acompañarme en este camino en dos ruedas. Les envío un abrazo enorme a todos, pásenlo rodeados de sus familiares y seres queridos, pero sobre todo de amor y paz, de todo el amor que sean capaces de dar, en un abrazo, una sonrisa, una llamada telefónica, o simplemente en un cálido recuerdo de alguien que ya no está o cuyo número perdieron (Como en mi caso, que perdí los números de todo el mundo y solo recuerdo el de algunos). No olvidemos que Navidad es tiempo de dar más que de recibir, y ese dar solo debe estar impulsado por el amor y los buenos deseos, esos deseos que pueden hacer de cada uno de nosotros un mejor ser humano, y mediante cada ser humano hacer un mundo mejor, más lleno de amor, de justicia, de tolerancia y comprensión.

¡Feliz navidad a todos! y que el próximo año esté lleno de amor, que seamos cada vez más los locos en dos ruedas pedalenado por la ciudad, ¡y el éxito nos sonría a todos!

Les dejo mi corona de adviento del 2008,
encendida en mi chimenea.

3 comentarios:

  1. ¡Que buena bicicleta te regalaste, Estefanía!
    ¡Feliz navidad!

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  2. ¡Gracias!

    Ahora solo es cosa de que llegue a mis manos y poder probarla todo lo que quiera, sobre todo el plegado y desplegado.

    Espero que tú hayas pasado una feliz navidad y que el año nuevo lo disfrutes al máximo, para que cada día del año que viene también puedas disfrutarlo al máximo, se cumplan tus metas y paso a paso construyas todos y cada uno de tus sueños:

    Un abrazo ;)

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  3. FELIZ NAVIDAD ALE!!

    Gracias a ti por compartirnos tus experiencias en esta ciudad.

    Muchos exitos!!!

    PD.: Me gusto la foto de la bici con el detalle de la cesta llena de bouganvilleas.... :-)

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