Pero, señoras y señores, la única manera de conocer a una bicicleta, es montándola, y en todos los kilómetros que llevo recorridos he podido identificar cosas que son muy positivas y cosas que no lo son tanto.
-Para gente como yo, que está acostumbrada a una bicicleta muy grande o pesada, puede resultar muy raro manejar una plegable tan chiquita y liviana por primera vez, uno nota desde el primer momento que el timón es inestable, eso genera bastante inseguridad, si le sumamos que las ruedas son tan chiquitas (Aro 20) uno se siente bastante inseguro, sobre todo en las curvas (porque no estás acostumbrado al pequeñísimo radio de giro que luego resulta tan útil). Lo bueno es que no tardas ni una semana en acostumbrarte, yo diría que en un día ya no te percatas del detalle.
-Otro pequeño detalle, es que si no eres muy diestro con las manos (Léase, eres torpe con las manos), al menos durante la primera semana te aplastarás constantemente los dedos en cualquiera de los pasos del plegado y desplegado. Si piensas comprarte una bici plegable, ten en cuenta este detalle, lee bien las instrucciones y realiza el plegado y desplegado con cuidado, (Mi dedo pulgar tardó más de un mes en recuperarse totalmente.). Con la práctica cada vez podrás hacerlo en menos tiempo y con menos problemas.
Foto: Daniel Brenis
Edición: Yo
-Algo que si me preocupa y que hasta ahora no se soluciona, son los ajustes del asiento y el timón, sobre todo cuando hay muchos baches en las preciosas pistas limeñas, o has hecho una subida muy empinada (como la del trébol), se suelen soltar los pernos del timón y del asiento, la mayoría de las veces no te das cuenta hasta que ya sientes que puedes besar tus rodillas porque es muy gradual el deslizamiento de ambos componentes. Pero si he tenido un incidente de importancia cuando en plena subida al trébol se me soltó totalmente el asiento, hundiéndose en su totalidad hasta raspar el pavimento y hacerse una linda lijada en la base; (justo en la tapa del inflador) no me caí de espaldas porque pude mantener el equilibrio hasta poder apoyar mis pies y frenar, y esto porque creo que de tantas clases de danza por fin estoy aprendiendo a encontrar mi centro y equilibrar mi cuerpo en las más difíciles posiciones, que si no, ya me hubiera caído trébol abajo. Esto se soluciona ajustando regularmente dichos pernos, de preferencia revísenlos antes de salir de casa o del trabajo (Sospecho que mi sobrino juega con los pernos mientras nadie lo ve, así que una chequeada no esta de más). De todos modos, el problema se presenta más en el asiento que en el timón, supongo que porque aguanta todo mi peso.
Foto: La bicla de jim jom jum
Edición: Yo
Foto: Preciolandia
Edición: Yo
Pero ahora vamos a las cosas más chéveres, las cosas que hacen que la bici valga totalmente la pena:
-Te simplifica la vida. Con mi antigua bici, estaba fregada si después de ir a trabajar quería ir al cine o a tomar un cafe o salir con mi novio, tenía que regresar a mi casa relativamente temprano porque ni loca voy pedaleando por el trébol después de las 9 pm; la bici era tan grande que no entraba en ningún taxi y pesaba tanto que incluso subirla por el ascensor era todo un reto. Esta bici en cambio, al ser plegable y pequeña, te da total libertad, puedes quedarte hasta tarde donde sea porque entra en cualquier maletera (Solo te dan problemas algunas en las que han instalado en balón de gas natural, pero en ese caso va en los asientos traseros sin problemas; a menos que el taxista sea muy exquisito).
-Los cambios internos si que valen la pena, ahora subiendo el trébol no tengo ningún problema con la bici, creo que incluso lo hago más rápido y me canso menos que antes, lo único es la aglomeración de gente que a veces no me deja avanzar. En las avenidas que son de bajada también son de mucha utilidad si quieres ir rápido, pero no tan rápido que atropelles a alguien o tengas que frenar en seco cuando cambia el semáforo.
-No me he vuelto a quedar tirada con la bici, pues como tiene el inflador en el asiento, ante cualquier emergencia con las llantas, pues me estaciono en la banca de un parque o una ciclovía y con total tranquilidad procedo a solucionar el impase. Si el problema fuese otro, pues la pliego y la meto en un ómnibus o taxi.
El inflador del asiento
Foto: Preciolandia
-Se acabó el problema del estacionamiento, la doblo y la puedo meter hasta dentro de la oficina, las casas de mis amigos o incluso a cafés.
La bici plegada
Foto: Dahon
Foto: Dahon
-El ser tan liviana, tener tan grande la catalina y poseer cambios, compensa en gran medida que el aro sea tan pequeño. Con la bici antigua (Aro 26, sin cambios y casi de 23kg) empecé en una velocidad de 9 km/h y alcancé hasta 13 km/h de bajada (Contando las paradas en semáforos, el tráfico y los peatones que se meten a pasear a sus perros o sus hijos chiquitos en la ciclovía obstruyendo el camino y haciéndome ir más lento.) y en subida empecé con 7.5 km/h pude llegar hasta 10 km/h. En la bici plegable ya voy en 10.5 km/h de bajada y 8.7 km/h de subida. (Nótese la diferencia entre velocidad y rapidez).
Bueno, espero haberles dado algunos datos importantes sobre mi experiencia con la bicicleta plegable. (Dahon VitesseD7 HG), cualquier otra duda, pueden consultarme directamente y les puedo dar datos adicionales.