sábado, 26 de noviembre de 2016

Nuevos hábitos, nuevos intentos

… Lo que has experimentado se conoce como ataque de pánico - me indicó el médico general - por lo que me comentas estas experimentando un cuadro de ansiedad severo; es importante que trates de manejar tus emociones de una forma más equilibrada y así mismo, que lleves tu vida de una forma más equilibrada. Vas a tomar Clonazepam para calmar el cuadro ansioso y estas vitaminas con hierro para la anemia; te recomiendo que practiques algún deporte, el yoga por ejemplo te ayudaría mucho. 

Agradecí al doctor y me fui con mi receta de Clonazepam y hierro, por un lado me entusiasmaba que me recomendaran hacer yoga pues el tiempo que lo había practicado me había sentido muy bien tanto a nivel físico como a nivel emocional; pero por otro me molestaba pues con mi actual trabajo era imposible.

Entré al consultorio del endocrinólogo con todos los resultados de los análisis y exámenes y él me informó que padecía de una enfermedad llamada Tiroiditis Autoinmune; era una enfermedad genética que consistía en que mi cuerpo se imaginaba que mi tiroides era un agente externo y se dedicaba a atacarla sin piedad; esto provocaba un hipotiroidismo secundario; lo cual a su vez provocaba entre otros síntomas un aumento en el peso corporal; no había cura, pero habían medidas paliativas: a partir de ese momento tenía que tomar Levotiroxina sódica todas las mañanas media hora antes de desayunar, además me volvió a recomendar hacer deporte y comer sano para bajar mi peso y mi presión arterial.

Más recomendaciones de llevar una vida equilibrada, y llegando a mi trabajo lo último que encontraba era equilibrio; desde aquel lunes en que mi jefe pretendía que entreguemos el proyecto en adelante todo había sido presión y presión para terminar algo en plazos ridículamente cortos. Ese día hablé con Daniel y le dije que no podía seguir así, que mi salud física y mental estaba por los suelos en tan solo dos meses y medio en ese trabajo, nuestra relación también se había deteriorado un poco y con tantas visitas al doctor la verdad es que no estaba aportando mucho a la economía familiar.

Al día siguiente anuncié a mis jefes que solo trabajaría hasta el fin de ese mes; la noticia no les cayó nada bien; ese mes ya habían renunciado varias personas, yo era la décima persona en renunciar; pero yo ya no pensaba dar vuelta atrás, no estaba en condiciones de seguir soportando esa situación, y estaba segura de que nada iba a cambiar en la oficina.

El 23 de julio dejé todo el proyecto ploteado, todas las indicaciones acerca de la ubicación de los planos, los contactos de ingenieros y clientes; y especifiqué todas las observaciones pendientes de resolución por parte de los ingenieros.

A partir de allí me dediqué a curarme; tenía que bajar de peso, ahora no solo por mis rodillas sino también por mi presión, mi colesterol y mi obesidad. Únicamente tomando la Levotiroxina había bajado dos kilos en un mes; pero no era suficiente pues el IMC seguía estando alto. Y ambos médicos me habían recomendado hacer ejercicio; así que con el dinero de mi liquidación me compré una membresía de 6 meses en una escuela de yoga; practicaría yoga restaurativo, altamente recomendado para personas con algún tipo de lesión física y sobre todo para quienes padecen cuadros ansiosos; pero con eso no iba a bajar mucho de peso que digamos.

La nutricionista ya me había elaborado un plan nutricional, ahora solo me faltaba un plan de actividad física, me dije a mi misma que ahora que estaba sin trabajo iba a matar dos pájaros de un tiro; iría a todos lados en bicicleta y así ahorraría dinero, bajaría de peso y también me relajaría. Empecé a ir al yoga en bicicleta pero esto no parecía dar muchos resultados en lo referente al peso así que me puse a investigar y descubrí que; a pesar de que quemar la misma cantidad de energía en 10 minutos caminando y en bicicleta; si tu objetivo es bajar de peso entonces para distancias menores a 2 km lo más recomendable es caminar a un ritmo constante y rápido sin llegar a correr. ¿Por qué? Pues porque 2 km en bici se pueden hacer en cinco o diez minutos dependiendo de tu velocidad, de tu bicicleta o de si es subida o bajada; pero caminando a ritmo acelerado demoras al menos 20 minutos; por lo tanto quemas dos o cuatro veces más calorías que en la bicicleta.

Kilocalorías quemadas en 10 minutos
de acuerdo a la actividad física.
Elaboración: Yo
Fuente: Varias

Así que me dije a mi misma: entre lesiones en las rodillas, presión alta, colesterol y obesidad; caminar me ayuda a mejorar a corto plazo en casi todos los aspectos, a costa de las rodillas; pero si bajo de peso, eso a largo plazo es bueno para las rodillas. Decidí que si caminaba no podía sobrepasar de ninguna manera los 2km y debía asegurarme de usar los zapatos o zapatillas adecuadas; además decidí que en pro del ahorro y el bienestar físico; en distancias comprendidas entre los 2 y 8 km usaría la bici si o si. Como no tenía planes de ir a otro lado que no fueran los ensayos del coro y las reuniones de mi camino espiritual; por ahora solo serían dos veces a la semana; pero por algo tenía que empezar; así que saqué mis cálculos y definí mi plan de actividad física con la esperanza de mejorar rápidamente a nivel físico y emocional.

Mi plan te actividad física semanal
Elaboración: Yo

El martes 4 de agosto de 2015 tracé mi ruta; revisé la bicicleta, la desempolvé, le quité las telarañas, le inflé las llantas, ajusté el asiento; elegí mi ropa lo mejor que pude, me calcé el casco y los guantes; las cintas reflectantes ya no servían, coloqué mi bolso en la bici con todo lo que creía necesario.

Emprendí la ruta y al llegar a la Av. Santa Cruz sentí la pegada, no llevaba ni cinco cuadras y ya me sentía desfallecer, no creía que pudiera resistir pero me decía a mí misma: Ya pudiste antes, no es tan largo el camino; llegas a Arequipa y todo será más fácil.

 
Mi ruta
Elaboración: Yo
Imagen: Google Earth

Me sorprendía pues no recordaba que antes me hubiera cansado tanto en esa vía; llegué a la Av. Arequipa con el corazón en la boca, agradecí la pendiente más suave de esta vía, ya faltaba poco; aunque sentía que me había demorado la vida entera; llegaría tarde, pero ya no había vuelta atrás. Al llegar me sorprendí de que fuera temprano, me sorprendí sudando como si hubiera corrido una maratón; algunos hasta se asustaron al verme tan colorada, mojada y agitada; y solo eran 3.5 km; tardé bastante en calmarme pero por fin lo logré.

Una vez terminada la reunión, el camino de regreso fue mi recompensa, era todo bajada, era tarde y casi no había tráfico, el viento me acariciaba suavemente, y poco a poco sentí la felicidad animarse a iluminarme, una sonrisa se escapó de mis labios y supe dentro de mí que iba a estar bien, supe que iba a estar mejor.

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